Vine de un país lejano, me prometieron un trabajo que ayudaría a aliviar la pobreza de mi familia. Sin embargo, cuando llegué aquí, el paraíso prometido, me quitaron mi pasaporte y me obligaron a ejercer la prostitución. Decían que sería sólo hasta que cancelase la deuda que había contraído con ellos para pagar mi viaje. No sólo estoy sufriendo agresiones sexuales, también estoy soportando palizas y amenazas de represalias contra mi familia en mi país si me niego a obedecer. Mi deuda no se salda nunca, cada mes crece, tengo que pagar mi comida, la habitación y hasta la poca ropa que me pongo para “trabajar”

VIAJE
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS